Siempre me gustó todo lo relacionado con las labores, emprendí el proyecto de la mercería con todo mi cariño y esfuerzo, pero hace un tiempo empezó a rondarme por la cabeza cambiar de rumbo mi vida y mi proyecto. Quería seguir cosiendo, pero me apetecía hacer cositas confeccionadas por mi misma,  la mayoría para bebés y niños  pero con otras muchas ideas (mascotas, productos eco sostenible, etc.).

Un día hablándolo con mí hija empezamos a darle forma a la idea, lo primero era pensar qué nombre ponerle y con la inspiración del mar me dijo  ” tenemos que poner un nombre en memoria de la abuela (mi madre)”  y me encantó la idea y ahí estaba ella con esa inspiración y capacidad de palabra que le caracteriza dando vueltas a algo tan importante para nosotras, hasta que después de valorar diferentes nombres decidimos que el nombre perfecto era “La Rana Costurera”.

Como muchas sabréis en todos los pueblos hay motes y a mi madre le llamaban “Salomé, la Rana” y le gustaba mucho coser, así que me pareció un nombre que primero le rendía un homenaje precioso y segundo, me encantaba.

En esta nueva etapa, otro cambio importante ha sido vivir a Malpartida de Plasencia en la casa donde vivían mis padres y donde tantas veces vi a mi madre con su Alfa, cosiendo su ropa y haciendo vainica a sus manteles.

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